viernes, 20 de diciembre de 2013

UN VOYAGE À LA FRANCE - BRETAÑA

Mont Saint-Michel
Uno de los primeros viajes que realicé al extranjero por mi cuenta y con unos amigos fue ir en coche y dar una pequeña vuelta (sólo tenía 5 días libres por lo que tampoco daba tiempo a mucho) por la Bretaña francesa y conocer el monte Saint-Michel, que era el objetivo del viaje.

Durante todo íbamos parando y visitando las localidades según íbamos recorriendo la región y pernoctando donde nos coincidía y encontrábamos a la noche

Vannes
Muralla de la ciudad con la catedral al fondo
Ciudad situada en la costa sur de la península de Bretaña y que es la capital de su departamento. El centro de esta ciudad, alrededor de la catedral y dentro de la muralla, es precioso y conserva todo su aire medieval ya que la mayoría está compuesto por estrechas calles empedradas y casas construidas con entramados de madera y colorines entre los s. XV y XVII. Muchas de estas casas son reconstrucciones de las antiguas debido a incendios.
La plaza Gambetta, que está situada frente al puerto y orientada hacia el Sur, da aires de localidad costera a la ciudad. Desde aquí se puede empezar tranquilamente la visita al centro de la ciudad tras entrar en el casco antiguo por la puerta de Saint-Vincent (En la ciudad siguen quedando 6 puertas de las que había inicialmente). Tras un paseo llegará a la catedral de San Pedro. Esta se tardó cuatro siglos en construirse y en ella está enterrado San Vicente Ferrer, patrón de la ciuda.

Malestroit
Pequeño y precioso pueblo de origen medieval, sobre todo su plaza principal, en la que se encuentra la iglesia de St. Gilles rodeada de pequeñas y floridas casas. El río L'Oust llega a este pueblo en donde se une con el canal de Nantes a Brest que lo cruza y es lo que lo hace uno de los destinos obligados del turismo fluvial de la Bretaña.
iglesia de St. Gilles
Unión del río l'Ouest con el canal
Canal de Nantes a Brest
Vistas del centro desde el puente del canal
Sorpresa que nos llevamos nada más llegar a Malestroit que nos encontramos con un cartel de Ramales de la Victoria, un pueblo vecino al nuestro. ¿Pero qué?.... ¡que nos volvemos a casa! Resulta que ambos pueblos están hermanados.

Josselin
Siguiendo el río hacia el norte se llega a la población de Jossselin, la cual destaca nada más llegar por su imponente castillo sobre el río.
Vista del castillo desde el canal
 



Mont Saint-Michel
El motivo principal de nuestro viaje a la Bretaña era visitar el famoso monte Saint-Michel, es el tercer lugar más visitado de Francia tras la torre Eiffel y el palacio de Versalles, aunque en realidad pertenece a la baja Normandía a muy pocos km de la frontera con Bretaña. Este monte está situado al fondo de una inmensa bahía, entre Normandía y Bretaña, que comparte su nombre, que tiene las mayores mareas de Europa. Estas mareas impresionan ya que pueden llegar a crecer entre 14 y 15 m los días de mayor coeficiente, el mar se acerca al monte a gran velocidad en una decena de kilómetros pero regresa con la misma velocidad. Esto hacía que durante esas mareas el monte se convirtiera en una isla. Hoy en día no llega a producirse debido a un dique que se construyó y permite su acceso por carretera, aunque está en proceso un proyecto para devolverlo a su estado original.



Las murallas que hay alrededor del monte albergan en su ladera sur un pequeño pueblo de calles estrechas, y pequeños jardines. Muchos de sus edificios están declarados como monumentos históricos, pero la mayoría de ellos están ocupados por restaurantes, hoteles, comercios turísticos y algún museo. Debido a la estrechez de sus calles y a la gran cantidad de gente que lo visita se hacía muy pesada la visita, por lo que fue un alivio continuarla paseando por sus murallas y contemplar las vistas de la bahía.
 
Subiendo a lo alto del monte se llega a la abadía, el edificio principal. Cuenta la historia que a petición del arcángel Miguel, jefe de los ejércitos de Dios, Aubert, el obispo de Avranches, construyó una iglesia que dedicó al arcángel en 709. Una estatua de San Miguel Arcángel está colocada en la cumbre de la abadía venciendo al dragón. En el año 966, por solicitud del duque de Normandía, se instaló en la isla una comunidad de benedictinos. Durante su historia se han ido construyendo y reformando la abadía hasta llegar a la construcción que vemos hoy en día. En los siglos XIV y XV, la guerra de los Cien años hizo necesaria la protección de la abadía mediante un conjunto de construcciones militares que le permitieron resistir a un sitio que duró más de treinta años. Durante la Revolución francesa y el Imperio napoleónico, fue utilizado como prisión. Pero, desde su clasificación como monumento histórico, fue objeto de una política de restauración continua.

Saint-Malo



EN CONSTRUCCIÓN



1 comentario:

  1. En el bonito y turistico pueblo de 2,500 habit de Ramales de la Victoria..Cantabria Oriental,norted e España,hay una calle llamada ..Malestroit como el pueblo frances.Saludos..

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